36 años de los Derechos del Niño: Rosario reafirma su compromiso en políticas públicas de infancias
Con más de tres décadas ininterrumpidas de trabajo con la mirada puesta en los más chicos, Rosario se muestra como una ciudad que prioriza la escucha, el juego y la autonomía de niñas y niños.
Hace 36 años dirigentes mundiales aprobaron la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, y Rosario la convirtió en acción. Desde ese momento la ciudad viene construyendo una política social que pone a las infancias en el centro de todas las decisiones. Lo hace desde una convicción profunda: cuidar, acompañar y garantizar derechos no es un gesto asistencial, sino un acto político y de justicia social.
En este sentido, la directora de Infancias y Familias del muncipio, Andrea Fortunio, manifestó su orgullo por la trayectoria reconocida que tiene Rosario en políticas públicas de infancia. "Cada Centro Cuidar, la Casa de las Infancias, cada programa y dispositivo que nace en el territorio es fruto de una historia de gestión que puso el interés superior del niño por encima de cualquier coyuntura", destacó la funcionaria.
"En definitiva, las políticas públicas que transforman, que cambian realidades y vidas trascienden los gobiernos, las gestiones políticas. Las políticas públicas para las infancias en Rosario pertenecen a los niños y a las niñas del presente", enfatizó y agregó: "Rosario siempre va por más. La ciudad no improvisa: planifica, articula, sostiene y amplía una red estatal que se extiende por los barrios, allí donde el Estado se encuentra con la vida cotidiana de las familias".
En ese camino, desde hace aproximadamente tres años, Rosario forma parte de la red Muna (Municipios Unidos por la Niñez y la Adolescencia), iniciativa de Unicef Argentina y que junto a más de 150 ciudades del país busca fortalecer la gestión local en los municipios para crear políticas públicas que garanticen los derechos de niños, niñas y adolescentes. Esn esta red, los municipios colaboran, comparten experiencias, reciben apoyo técnico, capacitaciones y trabajan en planes de acción para mejorar la calidad de vida de la infancia en sus comunidades, abordando áreas como salud, educación, entornos seguros y participación.
El reconocimiento de Frato
La ciudad recibió en estos días a Francesco Tonucci, maestro e inspirador de políticas públicas que perduran en el tiempo y que siguen cambiando realidades. En el marco de su visita -que incluyó disertación y encuentro con los niños y niñas de la ciudad- Rosario recibió de sus propias manos la distinción internacional 'Francesco Tonucci', en reconocimiento a los más de 30 años de trabajo y compromiso con la filosofía de La Ciudad de las Niñas y los Niños.
Este reconocimiento de la Asociación Internacional Francesco Tonucci a la ciudad de Rosario es más que un reconocimiento, es la consolidación de nuestra ciudad como un modelo de referencia en Latinoamérica. "Frato, como lo conoce también el mundo, vino a recordarnos cuán valioso es lo que sostenemos a diario, y cuánto importa el trabajo de los equipos", valoró Fortunio.
Y sumó: "Quienes trabajamos todos los días en implementar las políticas de Infancias, lo recibimos con la convicción y la confirmación de que el camino que estamos transitando es el correcto. Nuestro compromiso con las infancias como centro de las políticas públicas que priorizan la escucha, el juego, la autonomía y el uso y apropiación de los espacios públicos es hoy un recurso que se renueva. Y con él las ganas de seguir poniendo a Rosario como referente en la región; compartiendo experiencias y contagiando a otras ciudades de Latinoamérica a transitar este camino de transformación".
Los primeros 1.000 días: donde comienza el derecho a ser cuidado
Entre las políticas dirigidas a las infancias, una de las más potentes y sensibles es el Plan Municipal Integral para los Primeros 1.000 Días, que, articulado entre la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat y la Secretaría de Salud Pública, es una de las expresiones más concretas de cómo Rosario pone en acto la Convención desde el inicio de la vida.
En los barrios, personas gestantes, bebés y familias son acompañados por equipos intersectoriales e interdisciplinarios que entrelazan salud, cuidados y protección de derechos. Allí, la política se hace cuerpo: pediatras, fonoaudiólogas, enfermeros, psicólogas, trabajadoras sociales, y educadoras de primera infancia construyen juntos una mirada integral del desarrollo infantil, donde cada disciplina aporta su saber y su sensibilidad.
Actualmente, la ciudad cuenta con:
- 10 dispositivos con Personas Gestantes: donde se brinda acompañamiento a aproximadamente 15 gestantes por grupo, fortaleciendo el cuidado, la salud y los vínculos tempranos.
- 32 dispositivos de Juego: destinados a niñas y niños de 0 a 3 años acompañados por sus cuidadores, donde el juego se convierte en una forma de aprender, crecer y amar.
Estos espacios —distribuidos en los 43 Centros Cuidar, los Centros de Salud y otras instituciones comunitarias— conforman una red viva, donde el Estado se vuelve cercano, humano y transformador.
El juego, la lectura, la palabra y el vínculo como políticas públicas
En Rosario el derecho no solo se garantiza con normas o edificios, sino con vínculos de calidad. Los primeros 1.000 días de vida —desde la gestación hasta los tres años— son una etapa decisiva en la construcción del desarrollo humano: allí se establece la base emocional, cognitiva y social que acompaña toda la vida.
La evidencia científica es contundente: el juego permite que niñas y niños “exploren su mundo”, desarrollen lenguaje, relaciones y habilidades sociales. La lectura en voz alta, la conversación, los libros desde temprano también son fundamentales porque les permiten compartir historias, abriendo puertas al lenguaje, a la comprensión, a la imaginación.
Por eso, en Rosario el cuidado amoroso, la escucha atenta y el acompañamiento uno a uno son el corazón de la política pública. En cada dispositivo territorial dedicado a las personas gestantes y al desarrollo infantil, los equipos municipales trabajan desde la cercanía y la ternura. Escuchan a cada gestante, observan a cada bebé, acompañan a cada familia en su singularidad, reconociendo que cuidar no es solo asistir, sino mirar con empatía, estar presente, sostener con palabra y gesto.
El juego es una herramienta central en esta política: no es entretenimiento, es una práctica fundante del desarrollo, del pensamiento y de los vínculos afectivos. Cada juego compartido con un cuidador, cada exploración con un objeto, cada sonrisa de reconocimiento son política pública en acción: momentos donde el Estado se vuelve experiencia afectiva y promotora de derechos.
La lectura, la palabra y el vínculo refuerzan ese tejido: cuando un adulto narra una historia junto a un niño, cuando se detiene en sus preguntas, cuando comparte silencios, se está sembrando futuro, se está construyendo capacidad de lenguaje, de pensamiento crítico, de vínculo saludable.
Así, los dispositivos de Rosario no son sólo programas: son espacios donde el cuidado se vuelve conocimiento, donde la ciencia y el afecto se entrelazan, donde la gestión política se hace comunidad.
El marco jurídico que da sustento al compromiso
El compromiso de Rosario se apoya en un marco jurídico sólido y actual: la Convención sobre los Derechos del Niño, la Ley Nacional 26.061, la Ley Provincial 12.967, la Ley Nacional 27.611 de los 1.000 Días, la Ordenanza Municipal N° 10.646/2024, y la Constitución Reformada de la Provincia de Santa Fe, que eleva a jerarquía constitucional la protección integral de las infancias. Ese entramado normativo consagra un principio que guía toda la gestión: el interés superior del niño.
"Cuidar es ejercer el poder público con sensibilidad y con decisión", expresó en tal sentido la Directora de Infancias y Familias. Y prosiguió: "Es hacer de cada política una oportunidad para igualar, para transformar, para acompañar, y Rosario lo demuestra cada día con equipos que trabajan en los territorios, con políticas que trascienden gestiones, con decisiones que ponen el cuerpo y la palabra al servicio de las infancias. Cuando una ciudad cuida a sus personas gestantes, a sus niños y niñas, cuida su propio futuro, porque cada política que acompaña una gestación, un nacimiento, un primer juego o una historia compartida, es una forma de construir justicia social desde el inicio de la vida".
Dime qué haces y qué proyectas para los niños y las niñas, y te diré qué tipo de gobierno eres
"Rosario respeta a las infancias. Somos un gobierno progresista, que por sostener cada política pública, hoy siente el orgullo de considerar a la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) más que un instrumento fundamental, una aliada estratégica para garantizar la protección y el bienestar de los niños, niñas y adolescentes", expresó Fortunio.
A continuación, se destacan algunos puntos clave de la posición de la ciudad respecto a la Convención sobre los Derechos del Niño:
- Reconocimiento de los derechos: se reconoce a la CDN como un tratado internacional que establece estándares mínimos para la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Y la ciudad lo lleva a la práctica cotidiana desde hace décadas.
- Prioridad en la agenda pública: la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes representan una prioridad en la agenda pública, asignando recursos y esfuerzos para garantizar su cumplimiento.
- Enfoque en la participación: se promueve la participación activa de los niños, niñas y adolescentes en la toma de decisiones que les afectan, reconociendo su capacidad para expresar sus opiniones y ser escuchados. Ellos son protagonistas de sus vidas.
- Protección contra la violencia: se protege a los niños, niñas y adolescentes contra todas las formas de violencia, abuso y explotación. Por eso se han diseñado, y se sostienen, políticas y programas para prevenir y responder a estas situaciones.
- Acceso a servicios básicos: se garantiza el acceso a la educación, la salud, la alimentación y la vivienda para asegurar el bienestar y el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes.
- No discriminación: se desactiva y repudia cualquier tipo de discriminación a los niños, niñas y adolescentes por motivos de género, raza, religión, origen étnico o cualquier otra condición.
- Monitoreo y evaluación: se monitorea y evalúan los aspectos mencionados, así como también la implementación de la CDN. Además, existe el compromiso a rendir cuentas ante la sociedad y los organismos internacionales sobre los avances y desafíos en la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.