23 de abril

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Las Chicas del Museo, el club que nació entre una pelota y un puesto de pochoclos

En el Parque Héroes de Malvinas se creó la Asociación Civil El Museo Fútbol Club, una historia de familia y amigas. Con asistencia del área de Deporte municipal lograron la personería jurídica

El inconfundible aroma dulce del pororó, una vida ligada a la pelota, la familia como motor, un grupo de amigas con deseos de divertirse y un equipo de fútbol que se las trae en torno del puesto de pochoclos “Pinilandia”. De todo esto se compone la historia de la Asociación Civil El Museo Fútbol Club, más conocida como “Las Chicas del Museo”, que hacen posta en la zona sur de Rosario.

Todo empezó el 8 de febrero de 2020, cuando la pandemia desatada por el coronavirus no era ni siquiera una impensable pesadilla. Mariana Ocanto, dueña del puestito y referente del equipo, junto con sus compañeras de vida, comenzó a jugar en el Parque Héroes de Malvinas, aquel en el que está anclado el Museo del Deporte.

“Un día tomando mates empezamos a hablar de que estaría muy bueno armar un equipo y como no teníamos un lugar específico empezamos a entrenar acá”, comenzó su relato “Pini”, como conocen todos en el barrio a Mariana. “Con el pasar del tiempo se fue sumando más gente, hicimos rifas y compramos pelotas, conitos y ropa”, prosiguió.

Como suele ocurrir en Rosario, la familia, las amistades y el barrio son lazos irrompibles: “Tengo a mis dos hijas jugando conmigo, a mi marido, a mis amigas y primas”, explicó quien se jacta de ser no sólo distinguida con el balón, sino también con el maíz pisingallo. Los lunes y los viernes a la noche, la número 5 rueda y se divierte junto a ellas.

“Jugar nos desconecta de la rutina. La pasamos bien y nos divertimos”, continuó quien lleva con orgullo el número 10 amarillo, rosa y negro en su camiseta. Risas, caños, goles, jueguitos y buena onda, todo eso caracteriza a las casi treinta jugadoras entre jóvenes y adultas que integran esta flamante institución que cuenta además con la ayuda de un entrenador y un preparador físico.

Hoy, poco más de un año después y gracias a sus ganas de seguir creciendo, obtuvo su Personería Jurídica con ayuda de la Dirección de Clubes de la Secretaría de Deporte y Turismo. “Es muy importante y una emoción grande para nosotras. Empezó todo como un sueño y haberla obtenido es muy lindo”, explicó Mariana, quien añadió que buscarán tener un espacio para entrenar.

Aquel grupo de mujeres que se juntaron por amor a las gambetas y las ganas de pasar un buen rato, con el paso del tiempo se convirtió en una institución constituida, que, además, suma a chicos y chicas del barrio. Porque nadie se quiere quedar afuera.

La pelota bajo la suela desde chiquita

“De chica siempre jugué al fútbol, pero cuando era pequeña falleció mi papá y tuve que dejar mi sueño para ponerme a trabajar”, comentó Ocanto. Como los caminos en algunas ocasiones son indescifrables, hoy la vida le tiró una pared y tiene la suerte de compartir su pasión con sus hijas y su esposo Juan Manuel, que hace las veces de ayudante de campo.

Juan, que camina a su lado desde hace 19 años, contó: “Ella siempre amó y le gustó el fútbol, decía que se le había ido su oportunidad y con todo esto tiene una chance más de su sueño como jugadora”. Además, aclaró: “Es una alegría que también ayuden a muchas chicas que ahora tienen un lugar en donde jugar”.

Darío, un vecino que pasaba por calle Gutiérrez en su intersección con Ayacucho, no quiso dejar de contar su versión de la historia: “Si Mariana hubiera nacido ahora estaría jugando en un club grande, los bailaba a todos”. En tanto, marcó lo importante del logro para el barrio: “Es fabuloso que hayan formado un club”, cerró.

Continúa el trabajo hecho en 2020

Al igual que ocurrió el año pasado con la constitución de otras 19 instituciones, desde la Dirección de Clubes de la Secretaría de Deporte y Turismo se sigue trabajando en la confección de actas de fundación y estatutos para solicitar reconocimientos como persona jurídica ante el gobierno de la provincia de Santa Fe.

Además, es importante destacar que en este período se desarrollan tareas de formación a los dirigentes para introducirlos en lo que es la administración de una institución, las normativas que las rigen y trámites periódicos que deben realizar. Rosario es la “Ciudad del Deporte” y sigue contando historias a través de los clubes de barrio, aquellos que la vieron crecer.