28 de marzo

Cultura

A 100 años de su nacimiento, la ciudad rinde homenaje a Gianni Rodari

Con videos de personajes atípicos leyendo sus cuentos, la Municipalidad celebra al escritor italiano que revolucionó la literatura infantil.

A cien años de su nacimiento, que tuvo lugar un 23 de octubre, la Municipalidad de Rosario preparó un homenaje muy especial a Gianni Rodari, que nos adentra en el mundo de fantasía del escritor italiano que revolucionó la literatura infantil mediante cuentos, canciones y poemas.

Con un estricto protocolo debido a la pandemia por covid-19, en la Biblioteca Argentina llevó a cabo, en formato audiovisual, las narraciones de La famosa lluvia de Piombino y A enredar los cuentos, ambas del libro Cuentos por teléfono, con la participación de trabajadoras y trabajadores de distintas áreas de la Secretaría de Cultura y Educación municipal y la producción del equipo del Plan de Lecturas de Rosario. También se filmó un breve material, siguiendo la tónica vintage de las otras producciones, que detalla el servicio de narración de cuentos por teléfono, en clara alusión al libro de Rodari.

Todos los videos pueden verse en rosario.gob.ar/cultura.

Gianni Rodari fue uno de los pioneros en poder pensar y entender la creatividad e imaginación de las niños y niñas. Su obra influyó en la creación de los espacios para las infancias en nuestra ciudad.

“Yo espero que estas páginas puedan ser igualmente útiles a quien cree en la necesidad de que la imaginación ocupe un lugar en la educación; a quien tiene confianza en la creatividad infantil; a quien conoce el valor de liberación que puede tener la palabra. `El uso total de la palabra para todos` me parece un buen lema, de bello sonido democrático. No para que todos sean artistas, sino para que nadie sea esclavo”, dice el autor en su clásico libro Gramática de la fantasía de 1973.

Su historia

Gianni Rodari nació en Omegna, Italia, en 1920. Fue periodista, escritor, militante político, maestro y pedagogo, pero uno de sus mayores logros consistió en estimular y provocar en los niños la entrada a un mundo de imaginación creadora.

De una familia de panaderos, gracias a una beca, Rodari pudo concluir sus estudios y trabajar como docente. Más tarde se afilió al partido comunista italiano y participó de la resistencia civil contra el régimen de Mussolini. Después de la Segunda Guerra Mundial comenzó con su labor periodística. Fue director del periódico L'Ordine Nuovo, y más tarde, en 1947, trabajó en L’Unità de Milán. En 1950 se mudó a Roma para dirigir un semanario para niños, Pionere.

En los años 60 comenzó a recorrer las escuelas italianas, donde, a través del contacto directo y la interacción con los niños mientras leía sus cuentos, observó las reacciones de su audiencia y tomó notas para tratar de averiguar la técnica correcta a la hora de crear buenas historias.

Pronto se convirtió en uno de los mejores escritores para niños. Durante esos años recorrió las escuelas italianas para contar historias, pero también para escuchar a los niños. Esta actividad culminó en la reescritura y publicación de Gramática de la Fantasía. Introducción al arte de contar historias.

En 1970, fue el primer escritor italiano en recibir el máximo galardón que puede otorgarse a quien escribe para niños: el premio Hans Christian Andersen, generalmente considerado el Premio Nobel de la Literatura Infantil.

¿Por qué Rodari?

Porque fue uno de los pioneros en poder pensar y entender la creatividad e imaginación que tienen naturalmente los chicos y chicas. En Gramática de la fantasía, que ha sido bibliografía fundamental para pensar el Tríptico de la Infancia y los espacios para las infancias en Rosario con sus lógicas y sus poéticas, menciona: “Lo que estoy haciendo es investigar las `constantes` de los mecanismos de la fantasía, las leyes de la invención que aún no han sido formuladas, para ponerlos a disposición de cualquiera. Insisto en señalar que, aunque el Romanticismo lo haya rodeado de misterio y haya instaurado una suerte de culto en torno a él, el proceso creativo es inherente a la naturaleza humana, y, por tanto, está al alcance de todos, con toda esa alegría de expresarse”.

Fue una persona fundamental y generosa que compartió sus saberes y sus descubrimientos en torno a la lógica de pensamiento creativo de los niños. Y en sus propios cuentos logró hacer de la ficción un juego puro, llevando a mundos nuevos y fantásticos cada vez.

En los proyectos culturales de Rosario, siempre es tomado como una gran inspiración y es por eso que hoy, a 100 años de su nacimiento, se decide homenajearlo.