El Polideportivo Parque Oeste celebró sus 35 años con una fiesta cargada de emoción y participación

El Polideportivo Parque Oeste conmemoró su 35° aniversario con una celebración colmada de color, alegría y emoción. La propuesta, atravesada por un fuerte espíritu comunitario, reflejó la identidad de este espacio emblemático del Distrito Oeste de la ciudad, que desde hace más de tres décadas funciona como punto de encuentro, aprendizaje, contención e inclusión para vecinas y vecinos de todas las edades.

La masiva convocatoria volvió a poner en valor la importancia de contar con un espacio público de estas características en la ciudad. Además de congregar a la comunidad, el polideportivo ofrece durante todo el año una amplia agenda de actividades gratuitas, deportivas y recreativas, fortaleciendo el acceso al deporte y al disfrute del tiempo libre.

La celebración tuvo un marcado clima festivo y emotivo, con el escenario como epicentro de propuestas que promovieron la participación activa de colona/os, jóvenes y personas mayores. Desde el inicio, la energía contagiosa del evento invitó a celebrar los 35 años de historia y compromiso del poli con su comunidad.

Uno de los momentos destacados fue la clase musical protagonizada por un grupo de niñas y niños, acompañados por la profesora Roxana García (ex colona del espacio y hoy referente de las nuevas generaciones) junto a la profesora Majo Fiorito, en una escena que simbolizó la continuidad y el sentido de pertenencia que atraviesa al predio.

Antes del acto protocolar, la murga municipal Viene Soñando, originaria del Centro Cuidar Distrito Oeste, hizo mover a las y los presentes con su show vibrante, copando el espacio verde de ritmo y color. En este punto hay que remarcar que la participación espontánea de las adultas y los adultos mayores, quienes se sumaron con entusiasmo a la celebración, reflejó la inclusión y el compromiso intergeneracional que destaca al predio.

La celebración contó con la presencia de la secretaria de Deporte y Turismo, Alejandra Matteus. También estuvieron presentes el secretario de Desarrollo Humano y Hábitat, Nicolás Gianelloni, la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schumck, y la concejala Carolina Labayru.

Además, en el ingreso al predio se dispusieron carpas de la Economía Social, la Agencia de Prevención y Abordajes de Consumos Problemáticos y otros servicios municipales, promoviendo la integración comunitaria y el acceso a recursos sociales y de salud.

El cierre de la jornada tuvo un fuerte valor simbólico con el lanzamiento colectivo a la pileta. Vecinas y vecinos compartieron el agua en un gesto que representó los 35 años de historia del Polideportivo Parque Oeste. Sonrisas, aplausos y un profundo sentimiento de pertenencia marcaron el final de un día que reafirmó el rol fundamental del poli como espacio público de encuentro, inclusión y construcción comunitaria.

Un lugar de encuentro e integración

Si bien este predio municipal abrió oficialmente sus puertas a la gran barriada en diciembre de 1990, lo cierto es que su origen se remonta a los años 80.

Al principio, era un lugar privado donde funcionaba una quinta, que tenía frondosos árboles frutales y espacios de aventura. Luego fue donado por su dueño, don Luciani, a la Municipalidad en un momento delicado para el país, marcado por crisis económicas y sociales.

Desde entonces, el polideportivo se fue erigiendo en un pilar fundamental en la vida social y recreativa de la zona oeste, reinsertando incluso a muchas personas a través de las múltiples actividades culturales, deportivas y sociales que se realizan puertas adentro.

Otro dato saliente es que el 26 de enero de 1991 se inauguró oficialmente la pileta del predio, un ícono que aún hoy recibe a cientos de vecinas, vecinos y visitantes en temporada de verano, ya que hay dos espejos de agua (uno de 25 x 12 metros y otro de 10 x 3).

El complejo, que también cuenta con un anfiteatro, un espacio verde que funciona como camping y diversas instalaciones, recibe entre 300 y 350 personas diarias en temporada estival atraídas por su dos piletas pero también por las múltiples actividades que ofrecen, que van desde el ajedrez y el taekwondo hasta talleres de arte y cursos para adultas y adultos mayores y personas con capacidades diferentes. También es para resaltar la presencia de Animadores Juveniles.

Claro que antes de oficializarse como parque, el lugar ya albergaba propuestas culturales en el salón principal y encuentros de chicos en situación de calle que encontraron en la panadería Levavida, gestionada junto a la Asociación Civil Chicos y la Municipalidad, un refugio y una oportunidad.

El Parque Oeste no es solamente un predio deportivo. Es un compromiso colectivo. Sus 35 años reflejan una historia de transformación social, donde la recreación, y sobre todo la inclusión, se entrelazan para construir día a día un barrio más equitativo.