Cuadrillas municipales dieron pronta respuesta a las incidencias ocasionadas por ráfagas de casi 90 km/h
Con más de 100 reclamos y operativos en toda la ciudad, Protección Civil destacó el trabajo coordinado ante el temporal. Cesó el alerta amarilla emitida para la tarde por el SMN
Rosario vivió este sábado 27 una jornada marcada por fuertes ráfagas de viento que mantuvieron en alerta a la ciudad hasta las 18 horas, cuando el Servicio Meteorológico Nacional levantó el aviso de nivel amarillo. Desde las primeras horas, el viento se hizo sentir con intensidad creciente: a las 11:42hs una ráfaga del suroeste alcanzó los 89 kilómetros por hora, la más fuerte registrada, mientras que durante la tarde las mediciones oscilaron entre los 60 y los 80 kilómetros por hora.
Las condiciones meteorológicas acompañaron el escenario de inestabilidad: la temperatura se movió entre una mínima de 13,4°C y una máxima de 21,2°, y con un promedio de 16,7° se mantuvo una jornada fresca; la humedad relativa trepó hasta el 95% y el acumulado de precipitaciones alcanzó los 21,49mm. El viento, constante durante toda la jornada, dejó un promedio de 9,9 kilómetros por hora, con picos que multiplicaron varias veces esa marca.
La central de emergencias contabilizó un total de 113 reclamos vinculados a los efectos del temporal. La mayoría correspondió a árboles y ramas con riesgo de caída, aunque también se reportaron cinco ejemplares sobre viviendas, cuatro sobre vehículos, seis postes dañados, siete voladuras de techos y doce carteles derribados o en peligro de desprenderse.
El director de Gestión de Riesgos y Protección Civil, Gonzalo Ratner, destacó que el balance general del operativo fue positivo: “La coordinación entre cuadrillas, distintas áreas municipales y empresas de servicios nos permitió dar respuesta a la gran cantidad de reclamos en tiempo real. Esto demuestra que el sistema de gestión de riesgos de la ciudad está coordinado y preparado para afrontar eventos climáticos de esta magnitud, minimizando su impacto en la vida cotidiana de los vecinos”.
Uno de los episodios más complejos se dio en Pasco al 1700, donde un árbol de gran porte cayó sobre la calzada e impactó contra un Kia Sorento gris platinado que quedó atrapado entre el tronco y un poste de servicios, además de dañar otro vehículo estacionado. Las cuadrillas de Protección Civil trabajaron en la reducción paulatina del ejemplar con motosierras de mediano porte, y las más ligeras, cuidando en todo momento que no se dañe más el vehículo.
“El trabajo se realizó en etapas, cortando y retirando el árbol por secciones para evitar mayores daños al vehículo”, explicó el jefe del operativo en el lugar. En paralelo, desde la Central de Emergencias se coordinó con las empresas proveedoras para el retiro del poste y su posterior reemplazo. “Desde el 103 no solo recibimos reclamos, sino que también pudimos articular con los técnicos de las compañías para restablecer progresivamente los servicios sin afectar a más usuarios”, señalaron los telefonistas de Protección Civil.
Finalmente, la calzada fue despejada y el tránsito restituido, mientras que las tareas de reparación del tendido y retiro de restos quedaron a cargo de los equipos especializados y distintas áreas de la Municipalidad. El operativo se convirtió en un ejemplo del trabajo articulado que marcó la jornada en Rosario frente a un evento climático de magnitud.